Las infecciones del torrente sanguíneo (BSI) tienen un amplio espectro de manifestaciones clínicas; pueden variar desde infecciones autolimitadas y asintomáticas hasta el desarrollo de sepsis. La BSI y la sepsis se encuentran entre las principales causas de mortalidad en pacientes hospitalizados, llegando hasta el 40% en los países de altos ingreso. En Europa, hay aproximadamente 1.200.000 episodios de BSI con 157.000 muertes anuales, y en Estados Unidos, hay 575.000 a 677.000 episodios por año con 79.000 a 94.000 muertes por esta causa. Aunque la información es limitada, la situación podría ser similar en los países de ingresos bajos y medios. 

Hablemos un poco sobre la epidemiología y etiología de la BSI

La epidemiología y la etiología son multifactoriales y varían según la ubicación geográfica, el grupo de edad, el origen de la infección, las condiciones de atención médica, la frecuencia de las infecciones del torrente sanguíneo asociadas a la vía central y la propagación clonal de cepas más patógenas que causan estas infecciones. Además, existen variaciones importantes en los correspondientes perfiles de susceptibilidad a los antimicrobianos, con un aumento en la prevalencia de bacterias multirresistentes, especialmente entre las bacterias Gram-negativas. 

Según un informe reciente, los patógenos más comunes aislados de BSI en todo el mundo son Staphylococcus aureus (20,7%), seguido de Escherichia coli (20,5%), Klebsiella pneumoniae (7,7%), Pseudomonas aeruginosa (5,3%) y Enterococcus faecalis (5,2%). Algunas de estas bacterias están incluidas en la lista de microorganismos priorizados por la Organización Mundial de la Salud para guiar la investigación y los esfuerzos con el fin de desarrollar nuevos antibióticos. 

¿Es la resistencia bacteriana un problema de salud pública? 

Las infecciones causadas por microorganismos resistentes son un importante problema de salud pública. En 2019, la OMS declaró la resistencia a los antimicrobianos (RAM) como uno de los diez principales problemas de salud pública que enfrenta la humanidad y agregó dos indicadores a su programa 2019-2023: BSI causada por E. coli resistente a cefalosporinas de tercera generación y Staphylococcus aureus resistente a meticilina (MRSA), así como la tendencia en el consumo nacional de antibióticos. 

El informe más reciente del Sistema Mundial de Vigilancia del Uso y Resistencia a los Antimicrobianos (GLASS) de la OMS muestra una frecuencia del 36% para E. coli resistente a las cefalosporinas de tercera generación y del 24,9% para Staphylococcus aureus resistente a la meticilina que causa infecciones del torrente sanguíneo. También muestra que las mayores proporciones de resistencia se produjeron en los países de ingresos bajos y medios. Por ejemplo, en Colombia, en pacientes hospitalizados, el Instituto Nacional de Salud informó hasta un 35% de resistencia a la oxacilina en S. aureus, y para K. pneumoniae y E. coli, la resistencia a las cefalosporinas de tercera y cuarta generación estuvo en un rango entre el 24% y el 40%. 

¿Cuál es la importancia de la vigilancia en la resistencia microbiana?

La vigilancia de la etiología y los patrones de susceptibilidad antimicrobiana de los microorganismos asociados a BSI es una herramienta esencial para el diagnóstico, tratamiento adecuado y control de estas infecciones. La vigilancia activa de la resistencia a los antimicrobianos en entornos locales, regionales y nacionales desempeña un papel crucial a la hora de documentar la propagación de la resistencia, detectar patógenos resistentes emergentes y evaluar la eficacia de las medidas de control.

Considerando el aumento de la resistencia a los antibióticos en nuestro país y la falta de datos que muestren una vigilancia a largo plazo, se realizó un estudio con el objetivo de describir las tendencias en las etiologías de las BSI en diferentes grupos de edad y salas hospitalarias, así como las tendencias en sus patrones de susceptibilidad a los antimicrobianos, mediante el análisis de la datos recopilados por GERMEN, una red regional de vigilancia de la resistencia a los antimicrobianos que funciona en el norte de Colombia con sede en Medellín, la segunda ciudad más poblada, y en los municipios aledaños, durante una década, 2010 a 2019.

¿Cuáles fueron los principales resultados del estudio?

El estudio muestra una tendencia al alza significativa para S. aureus, E. coli y K. pneumoniae aislados de BSI. Además, el aumento significativo de la resistencia a cefalosporinas de tercera y cuarta generación en E. coli y K. pneumoniae, sugiere la presencia y endemicidad de betalactamasas de espectro extendido en nuestra región. Esta situación está obligando a un uso más frecuente de carbapenemes para tratar estas infecciones y, por tanto, a estar atentos en el futuro a un aumento en la frecuencia de aislados productores de carbapenemasas. El papel esencial de los programas de vigilancia de la RAM es señalar e identificar estas tendencias, que deberían contribuir, junto con programas sólidos de control de infecciones y administración de antimicrobianos, a mejorar el control de la resistencia a los antibióticos.

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Bibliografía:

Robledo, J., Maldonado, N., Robledo, C., Naranjo, L. C., Galeano, V. H., & Pino, J. J. (2022). Changes in antimicrobial resistance and etiology of blood culture isolates: Results of a decade (2010–2019) of surveillance in a northern region of Colombia. Infection and Drug Resistance, Volume 15, 6067-6079. https://doi.org/10.2147/idr.s375206

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